Sencillos trucos y recomendaciones para que limpies y cuides tu barbacoa
A todos nos gusta disfrutar de una buena barbacoa. Sin duda, aprovechar el buen tiempo y la satisfacción de una buena mesa es uno de esos pequeños placeres que merece la pena darse de vez en cuando.
Sin embargo la limpieza de las parrillas, así como del resto de las partes de este espacio de trabajo, a menudo resulta engorrosa y nos da pereza ponernos con tal tarea. Para hacerlo más llevadero, te contamos algunos trucos para limpiar la barbacoa y que esto no te frene a la hora de ponerte manos a la obra para cocinar.
Cómo limpiar y cuidar tu barbacoa
A todos nos gusta disfrutar de una buena barbacoa. Sin duda, aprovechar el buen tiempo y la satisfacción de una buena mesa es uno de esos pequeños placeres que merece la pena darse de vez en cuando.
Sin embargo la limpieza de las parrillas, así como del resto de las partes de este espacio de trabajo, a menudo resulta engorrosa y nos da pereza ponernos con tal tarea. Para hacerlo más llevadero, te contamos algunos trucos para limpiar la barbacoa y que esto no te frene a la hora de ponerte manos a la obra para cocinar.
Lo primero que has de hacer para dejar tu barbacoa como nueva es retirar la ceniza. Lo mejor es usar para ello una escobilla y un recogedor, aunque también puedes utilizar un cepillo, y resulta recomendable ponerse guantes. Recuerda que debes esperar a que las brasas se hayan enfriado del todo para evitar cualquier posible accidente o que se pueda quemar la bolsa o el recipiente en el que vayas a verter las cenizas.
En cualquier caso, no es aconsejable el uso de agua para limpiar la ceniza, ya que si la mojas solo lograrás una masa parduzca y parecida al barro más difícil de retirar que, además, se incrustará en la barbacoa y puede terminar dañándola.
Las parrillas siempre deben de estar limpias, es una de las piezas claves de tu barbacoa, ten en cuenta una cosa, todos los alimentos que cocinas pasan por las parrillas, unas parrillas sucias pueden llevar a tener mal sabor en algunos alimentos o comer restos de anteriores barbacoas, algo poco agradable, desde luego.
En el caso de las barbacoas en las que puedes retirar las parrillas, muy sencillo, retíralas, llévalas al fregadero y utiliza lavavajillas y un estropajo. Así de sencillo.
Por supuesto, siempre procura que estén frías pero tampoco dejes que los restos de alimentos se queden muy fríos y cuesten de retirar posteriormente.
Para las barbacoas en las que no se pueden retirar las parrillas o van montadas sobre un cajón recoge cenizas, la limpieza la haremos en la propia barbacoa. Como te hemos contado en el primer paso, primero retira toda la ceniza, vamos a usar líquido y no queremos crear ese barro que hemos mencionado en el primer paso.
Toma un recipiente en el que echar agua, por ejemplo, un pequeño bol de plástico o incluso, y más casero, una botella de 2 o 5 litros de agua recortada. En ese recipiente, echa bicarbonato y agua y deja que se mezclen bien mezclados.
Una vez conseguido el liquido, vamos a recurrir a un cepillo. En este caso, te recomendamos un cepillo de fibras duras, evitando otro tipo de cepillos metálicos o de mucha dureza, porque podrían rayar las parrillas y solo conseguirías que en tus siguientes barbacoas los alimentos se quedarán aún más pegados.
Una vez tengas las herramientas indicadas, moja el cepillo en la mezcla de bicarbonato y agua y cepilla las parrillas. Verás como poco a poco se van retirando los restos de comida y quedan totalmente limpias.
Y ahora, en las barbacoas de gas con tapa, la forma más sencilla de retirar los restos y mantener limpia nuestra barbacoa.
Una vez retirados los alimentos, baja la tapa de la barbacoa, pon la temperatura al máximo y deja que se mantenga así durante unos 15 minutos. Pasado ese tiempo, cualquier resto de alimentos habrá quedado totalmente calcinado y solo tendrás que pasar un papel de cocina para retirar lo que ya será simple ceniza.
Un truco casero
Todas las barbacoas van a agradecerte un mantenimiento en profundidad. Bien sea al terminar la temporada o antes de comenzarla, no está de más que le realices este tipo de mantenimiento, un paso clave en las recomendaciones de cómo limpiar y cuidar tu barbacoa.
Hay un truco casero que tal vez no hayas probado y resulta el predilecto de muchos para limpiar y desinfectar parrillas. Se trata de utilizar una cebolla cortada por la mitad y pinchada con un tenedor. Debes pasarla con firmeza por la cara interna de la cebolla cuando el metal todavía está caliente. Sus características desengrasantes provocan que la grasa se desprenda sin dificultad. Y este producto de la huerta también es bactericida. Te sorprenderá el resultado.