Tostadoras, compañeras imprescindibles en la cocina

Elegir una tostadora de pan puede ser relativamente fácil… al menos si sabes qué tipo de tostadora quieres tener. Es fácil encontrar una tostadora en cualquier cocina. Este pequeño electrodoméstico tan sencillo es realmente muy útil. Es especialmente popular para hacer el desayuno, pero en realidad se puede usar para preparar cualquier comida y, con mucha frecuencia, para descongelar pan. Elijas el tipo de tostadora de pan que elijas para tu cocina, ten en cuenta que cuestiones como el espacio disponible o el volumen de uso que le vayas a dar son aspectos fundamentales que tienes que tener en cuenta.

Adiós a los malos usos

Si eres de los que necesita una tostada por la mañana para empezar el día, deberías saber que hay todo un mundo detrás de este alimento tan aparentemente sencillo. Coges el pan, lo introduces en la tostadora. Cuando está lista, salta hacia arriba y le untas encima lo que más te guste. Parece fácil, ¿no? Sin embargo, la tostadora es un electrodoméstico que requiere una serie de cuidados, a los que probablemente no prestes atención, para que funcione correctamente. También son importantes las decisiones que tomes, en qué tipo de tostadora, de qué forma lo introduces y que pan vas a usar, por ejemplo.
A continuación, podrás conocer 5 malos usos de la tostadora que te permitirán evitar que se rompa y desayunar todos los días con las tostadas más ricas:

1. Limpieza: Las migas son el peor enemigo de las tostadoras, porque caen en el fondo y quedan pegadas, siendo muy difícil sacarlas de ahí. El polvo y el aceite también terminan acumulándose en el interior del aparato, por lo que igual deberías acercarte y ver cuánta suciedad tiene tu tostadora. El problema es que no se trata solo de mantenerla limpia porque es poco higiénico no hacerlo, sino porque podría casuar incendios. Cuando las migas se juntan en cantidad, algunas zonas del electrodoméstico pueden quedar obstruidas, incendiándose y llegando a ser muy peligroso. Por lo que deberías prestarle más atención a la limpieza de tu tostadora. Desenchufala, saca la bandeja y tira los restos. También puedes agitarla bien para que caiga todo lo que quede dentro.

2. No prestar atención al tamaño del pan: ¿Es el pan de molde el que tiene la forma de la tostadora o es la tostadora la que tiene forma de pan de molde? En cualquier caso, hoy en día existen muchos tipos de pan, desde ultraligero, hasta denso o con semillas, por lo que el grosor influirá en la calidad final de tu tostada. Para conseguir que el exterior quede crujiente y el interior bien esponjoso con un pan grueso tendrás que exponerlo a más tiempo a baja temperatura, para que así no se te queme por fuera y se quede hecho por dentro y viceversa.

3. Pensar que los números se refieren al tiempo: Si no tienes una tostadora de última generación con un sistema de apagado después de un período establecido de tiempo, probablemente tengas revisarla tu mismo. Usa siempre la palanca de elevación del artefacto para no quemarte. La gran mayoría de tostadoras económicas no cuentan con un temporizador, por lo que mucha gente tiende a confundir los numeritos de la rueda que poseen con este. La realidad es que esos números se refieren a la potencia, por lo que deberías tener mucho cuidado al aumentarlos, porque tus tostadas podrían estropearse por completo. Por eso es importante leer las instrucciones cada vez que comprás un electrodoméstico nuevo.

4. No prestar atención a los ajustes: En la línea de lo anterior, deberías conocer bien tu aparato, puesto que cada uno no es diferente, al igual que el tipo de tostada. Deberías ajustar la configuración cada vez que metas un trozo de pan diferente, pues influyen muchos factores, como la temperatura ambiente o si es la primera vez que la usas en el día, porque estará más fría.

5. No usas la palanca de elevación: La tostadora es un electrodoméstico y puede llegar a ser peligroso si no se usa adecuadamente. Por eso sus creadores pusieron una palanca de elevación, para que no tuvieras que meter los dedos en la ranura y quemarte. Sin embargo, hay veces que al terminar, la palanca no sube las tostadas y usas los dedos para sacarlas. Lo más recomendable es volver a bajar la palanca y volver a subirla, de este modo saldrán hacia arriba sin necesidad de quemarte los dedos.